Lidiar con el exceso de información
Ser parte de esta generación significa tener un amplio acceso a todo tipo de información, a toda hora y en todo lugar. Un gran avance en realidad, lo que cambia totalmente la forma en la que vivíamos hace apenas unos años, pero debido a ese gran acceso nos vemos constantemente consumiendo contenido que no buscamos, que no es de nuestro agrado y que nos invade por todos los canales posibles. Precisamente tanto bombardeo me ha hecho sentir algo agobiada últimamente y hay veces en las que añoro tener la vida simple que teníamos antes, sin celulares inteligentes y sin conexión tan al alcance de la mano. Pero hay que ser realistas, renegar de todo lo que nos ofrece la tecnología significaría estancamiento, así que lo que he hecho ha sido dosificar, elegir la información que voy a consumir para que sea de mi agrado y que al final del día me deje alguna enseñanza o aporte positivo. Te cuento lo que he hecho:
1. Desuscribirme de varias listas de correos: Cuando me suscribo a una de estas listas, lo hago con el fin de recibir nuevos conocimientos directamente a mi correo, pero la periodicidad de publicaciones y el envío de noticias de algunas de estas puede llegar a ser muy constante y muchas veces son demasiado largas, lo que termina en un montón de correos que no me da tiempo leer, así que apreté el botón desuscribir de unas cuantas y me quedé solamente con aquellas que verdaderamente leo y espero.
2. Limpieza en el Facebook: No necesariamente todo lo que publican mis amigos es de mi interés, algunos solo publican tragedias y contenido vacío que distrae, o contenido que no me resulta atractivo, así que lo primero que hice fue borrar a los que no eran más que conocidos y a otros los dejé de seguir, es decir que no dejamos de ser amigos, pero su contenido no aparece en mi muro. Otra cosa que hago desde siempre es analizar muy bien a quien acepto en mis redes.
3. Borrar varias paginas de favoritos: En mi explorador tengo un gran listado de paginas que consulto constantemente y algunas solo estaban para ocupar espacio, así que al igual que hice con las listas de correo, eliminé las que ya no consultaba.
4. Limpieza de email: Borré los correos que tenían varios meses en espera de ser leídos. Si no era urgente leerlos en su momento, ya no lo eran.
5. Limitar los grupos de Whatsapp: Me salí de grupos en los que no escribía y de los que no recibía información relevante y los limité a los que tienen que ver con mi hijo y a los familiares.
6. Limitar el tiempo que paso en redes sociales: Facebook es una de las redes sociales que más consulto, así que borré la aplicación del celular y solo accedo a ella a través del explorador, de esa forma no recibo las notificaciones que tanto tiempo pueden hacernos perder y si recibo un mensaje debo esperar a estar frente a la computadora para leerlo.
Al ejecutar estas acciones, me siento más a gusto con la información que consumo, pues a veces no somos conscientes de que lo que recibimos afecta de forma directa nuestro estado de ánimo y de que tenemos el poder de elegir contenido que nos brinde paz y de desechar el que no; de que al poseer cuentas de redes sociales, correos y demás vías de comunicación, también somos creadores de contenido y que resulta mejor aportar algo positivo que ayude a aligerar el día de alguien.
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