5 CONSEJOS PARA VIAJAR CON NIÑOS
Hace unas semanas me lancé a la aventura de viajar sola con dos niños y aunque pensé que tenía todo bajo control, para hacer de esta una experiencia poco estresante, hay cosas que pasé por alto. A continuación te cuento, qué me funcionó y cuáles son aquellas cosas qué haré mejor en una próxima ocasión:
PAPELES AL DÍA
Obviamente, para viajar siempre debemos estar pendientes de que todos nuestros documentos estén al día. Aparte de tener pasaportes y visas por la regla, si viaja solo uno de los padres con el o los niños, en nuestro país se requiere tener a mano un permiso de salida de menores, es un poder firmado por el otro padre, en el que autoriza el viaje. Yo hice todo el proceso a través de un abogado, pero es algo que puedes hacer de manera independiente, exceptuando el acta notarial, que es uno de los documentos requeridos para obtener la certificación. El proceso es relativamente rápido, pero mi consejo es que lo hagas con días de antelación para que puedas tenerlo a tiempo, sobre todo si lo harás por tu cuenta. En este enlace tienes toda la información al respecto para la República Dominicana. Si vives en otro país, debes de verificar con la entidad migratoria, cuáles son los documentos requeridos.
HORARIO DEL VUELO
El horario de nuestro vuelo de ida fue a las 9 y algo de la mañana y el trayecto hacia el aeropuerto no fue largo, así que viajamos luego de que los niños durmieron toda la noche y estaban descansados, que aunque en un sentido fue bueno, porque al menos en el caso de la pequeña, sabía que no estaría de mal humor por falta de sueño, al haber reposado tenía energías para jugar, no dejarse el cinturón puesto, pararse a mirar a los “vecinos” del asiento de atrás, es decir, haciendo lo que hacen los niños de su edad, pero debía tratar de que no incomodara a los demás pasajeros y también debía estar pendiente de lo que necesitara su hermano. En este momento fue cuando me di cuenta que me hicieron falta algunos objetos indispensables, los que te detallaré más adelante.
El vuelo de regreso es otra historia, fue a las 5 y tanto de la mañana, el aeropuerto queda a dos horas del lugar donde estábamos y debíamos estar allí dos horas antes de abordar, por lo que tuvimos que madrugar. Esta vez, Lucia despertó al llegar al aeropuerto, pero ya en el avión se volvió a dormir, de hecho, todos los niños venían durmiendo.
A LA HORA DE EMPACAR
El objetivo de nuestro viaje fue pasear, por lo que no tenía intenciones de hacer compras mayores, así que me llevé toda la ropa que entendí necesitaríamos y aún tratando de no excederme, hubo ropa que no usamos y más porque tuvimos la oportunidad de lavar la que estaba sucia. Si tienes la posibilidad de hacer lo mismo, lleva solo lo indispensable.
En cuanto a pañales, solo me llevé un paquete pequeño, para comprar en mi destino los que me hicieran falta durante mi estadía, eso me ayudó a aligerar bastante el equipaje.
De la leche en polvo de Lucía, calculé la cantidad que necesitaría llevarme, según el tiempo que duraríamos de viaje, en mi caso fueron dos latas, las cuales vacié en una bolsa Ziploc de buen tamaño, que aseguré con cinta para evitar derrames y dispuse en la maleta grande. Conmigo llevé el dispensador con la leche necesaria para el vuelo. Pero ahora que lo pienso ¿Que habría pasado si la maleta no llega a tiempo como podría pasar? Las que somos madres sabemos que un cambio de leche repentino para la mayoría de nuestros hijos, no es tan fácil. Aquí te recomiendo, consultar las políticas de la línea aérea con relación a donde debe ir la leche de fórmula y hacer lo más conveniente para ti.
Prefiere mochilas, en lugar de maleta de mano, sobre todo si viajas solo y una cartera pequeña de las que se usan cruzadas o cangurera para los pasaportes y documentos, pues tendrás que sacarlos varias veces.
NIÑOS Y OÍDOS TAPADOS
Los oídos se tapan al viajar en avión, esta sensación es más fácil de controlar para los adultos, pero en el caso de los niños, esto les puede molestar más e incluso los puede asustar. En nuestro vuelo de ida, cuando el avión iba descendiendo para aterrizar, ambos niños se quejaron de molestias en los oídos. A Luis Manuel le ofrecí un chicle para masticar, le aconsejé que tragara y le decía que es una sensación normal y que pasaría, con eso pudo calmarse. Lucía lloraba y por la incomodidad, me rechazaba el biberón que le ofrecía para ayudarla a disminuir la sensación, trataba de distraerla con los muñequitos en la pantalla, lo que me ayudaba a tranquilizarla por momentos, pero no fue hasta que aterrizamos que se calmó completamente. En el viaje de regreso, durante el despegue le ofrecí el biberón y durante el aterrizaje dormía y no expresó molestia alguna.
A continuación, algunas recomendaciones de los expertos para ayudar a nuestros hijos a disminuir o eliminar el dolor de oídos:
- Beber líquidos abundantes: El tragar ayuda a expulsar el aire que se aloja en los oídos.
- Masticar un chicle o caramelo: Esto obviamente para los más pequeños.
- Dar de tomar del biberón, colocar un chupete o amamantar a tu bebé
- Indicarle a los más grandecitos que bostecen
- Hacer ejercicios de relajación: Inhalar y exhalar por la nariz ayuda en estos casos.
Si el dolor de oídos es muy fuerte, permanece durante horas o es muy frecuente, te aconsejo consultar a su pediatra.
INDISPENSABLES
Luego de estos consejos, te dejo el listado con los objetos imprescindibles, para hacer de tu viaje, uno poco estresante, tanto para ti, como para tu hijo. Claro, debes tomar en cuenta la edad de tu hijo para elegir lo que llevarás.
- Bulto personal del niño: Preferiblemente aparte del resto del equipaje de mano, en el que debes incluir pañales, toallitas húmedas, crema de pañales y mudas de ropa para los más pequeños. Para los más grandes, los dispositivos electrónicos son una salvación, no olvides llevar un cargador y otros objetos para su entretenimiento. Si el viaje es muy largo, incluir una muda de ropa también.
- Manta impermeable para cambiar el pañal: En el baño del avión tienes la oportunidad de cambiar a tu bebé cómodamente y aunque tener una manta que te permita poner debajo de el a la hora de cambiar, es un objeto indispensable en cualquier lugar público, no olvides poner esto en tu lista de viajes, sobre todo, porque en los aeropuertos y aviones se concentran gran cantidad de gérmenes.
- Audífonos: En mi viaje llevé solo un audífono de los corrientes y los niños se lo disputaban para poder escuchar sus películas animadas, pero Lucía se los quitaba porque le resultaban incómodos. Recomiendo hacerte de audífonos grandes para niños, uno para cada uno, me lo agradecerás.
- Meriendas: Lleva contigo sándwiches o aperitivos que sean cómodos de abrir, que no derramen y que le gusten a tus hijos. Esto te ahorra tener que detenerte a comprar en el aeropuerto y los mantiene entretenidos durante el vuelo. Con relación a los líquidos, verifica si la cantidad que llevas, no excede el límite de onzas permitidas por la seguridad del aeropuerto. Las líneas aéreas regularmente ofrecen refrigerios en los vuelos cortos, pero ten en cuenta que pueden no gustarles o puede que no se adecuen a su edad.
- Dulces o caramelos: Mi papá tuvo la brillante idea de darme unos chocolates, los que me ayudaron a mantener a Lucía entretenida en los momentos que estuvo despierta durante el vuelo de regreso.
- Lápices de colores, con hojas o libros de colorear: Se trata de lograr que no se aburran, creo que a todos los niños les gusta colorear, con esto aseguras al menos unos minutos de concentración.
- Coche ligero y fácil de cerrar: Por razones obvias el coche te ayudará a andar con tu niño pequeño en el aeropuerto, pero tendrás que cerrarlo para pasar el área de seguridad y para dejar en la entrada del avión para abordar, por lo que te recomiendo que el coche cierre de forma rápida y sencilla y si tiene compartimento para bultos, te evitarás cargar de más.
- Zapatos cómodos y fáciles de poner y quitar: En el área de seguridad, les pedirán quitarse los zapatos para escanearlos, junto a su equipaje de mano. Elige zapatos cómodos para ti y tus niños, para acortar el tiempo que dures en esta zona. También utiliza medias para evitar el piso frío y la exposición a bacterias.
- Abrigos: El aire acondicionado del avión suele ser muy frío, no olvides este indispensable.
- Medicamentos: Lleva en el equipaje personal de tu niño, su medicamento para fiebre y dolor, por si se presenta alguna dolencia repentina.
- Silla de carro: Si tienes familiares o amigos en tu destino, es probable que puedan cederte una o si alquilas un vehículo, muchos rent cars ofrecen sillas de renta también. Si ninguno es tu caso, deberás llevar la tuya. Esto fue lo que hice, la línea aérea en la que viajé permite que la envíes con el equipaje pesado, sin costo. Mi recomendación es que para esto, también consultes las políticas de la línea en la que viajarás.
- Para mamá y papá: Snacks, audífonos, abrigos y un libro, por si los niños se portan como angelitos, tengan qué hacer.
Ante todo, ten en cuenta que cada niño es diferente, así que no olvides, aparte de estas recomendaciones, incluir, enfocándote en sus personalidades, lo que ayudará a todos a tener un vuelo placentero. ¡Que tengas buen viaje!
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